Ante la imposibilidad de contar con Pablo Perez y Moreno(lesionados) Frank Kudelka debió meter mano en el equipo, aceitar ciertos detalles(no muchos), y no logró morder la cruz del Tomba. Es bueno destacar que entró “muy bien” el Aviador pero no estaba para todo el partido. Y, también es importante resaltar que Newells hizo un buen partido en general.
La Lepra salió como una fiera a buscar a la presa. A los 5′ Palacios se erra un gol (con pierna cambiada) inerrable, solo contra el arco; y se va por arriba del travesaño.
El partido era dominado desde lo posicional, la tenencia y la velocidad con la que se llegaba al arco de enfrente; pero a veces tenía sobresaltos como a los 22′ donde falla Lema en el cálculo aéreo y Aguerre mantiene el arco en cero. Pero la dupla andaba bien y Fernández también.
Lejos de quedarse el equipo siguió buscando mucho por las bandas, abriendo juego, lo cual le costó controlar mucho a la defensa rival y frente a un centro de Bittolo, Leal cabecea por arriba del arquero y éste la saca de un arañaso. ¡Logró cachetear a una bocha de otro partido!
Era impensado como todavía no entraba la pelota, por la intención de buscar y llegar claro en dos oportunidades literalmente de gol pero el rival también hizo de lo suyo y logro penetrar curiosamente a la gran defensa de la Lepra. Sin tantos sobresaltos pero lograban meterse en el área. Hasta con un tiro de esquina que casi le hacen olímpico a los 38′ si no fuese por el guardameta Rojinegro.
Desde la misma idea de juego de siempre Newells podía vulnerar y lograba hacerlo. Pero, le costaba por momentos, frente a una defensa que mostraba muchas falencias (a pesar de estar bien cerrada y a tono de sus volantes). La última a favor de la Lepra en el PT fue el palo de Maxi que antes de eso roza en un rival y va al córner.
A los 5′ del ST Cacciabue llegando al área desde la derecha, fusila al arquero y se la saca al córner. Inaudito como Newells no estaba arriba en el marcador. Cabe destacar que previo a esto Newells venía tratando a la pelota como a una seda. El equipo hacía circular bien el balón, llegaba casi siempre por las bandas, intentaba con pases filtrados, muchos desde la impronta de Rivero; pero seguía faltando contundencia. Igual fue muy destacable ver como se movían en bloque.
A los 8′ un tiro libre de Lema que va al córner y luego de efectuarlo la tira por arriba de chilena Gentilleti mostraban la falta de puntada final. Como la que corre Leal por izquierda a todo trapo, le da un pase gol a Palacios y a este se la tapa el arquero.
Había confianza pero el equipo comete el peor error de todos frente a delanteros rápidos y un equipo que se replegaba y salía de contra: ¡Adelanta la defensa hasta el círculo central del mediocampo! Esto generó el aprocechamiento de sus delanteros que hicieron lo mismo que la Lepra hizo ante Racing cuando jugó algo de contra y Palacios aprovechaba las espaldas de los defensores.
A los 20′ se da la primer jugada donde Frank se debió dar cuenta para modificarlo urgente. Gabrielli pierde la espalda bruscamente(muy adelantado como todos) y la corrida de su delantero dejó en evidencia el único error grosero del equipo, luego reventando el palo.
Ante la no corrección del adelantamiento y los retrocesos llega el gol de Godoy Cruz cuatro minutos más tarde. Pudo modificarse la manera de marcar pero no sucedió y el peaje se pagó en dólares.
Ante la desesperación de la no llegada de goles, el Rojinegro sale a buscar adelantando su defensa mucho más de lo habitual, con Lema pasando 3/4 de cancha y subiendo de delantero; y dejaba a Gentilleti solo. Dadas tales circunstancias por ese motivo Newells empieza a sufrir horrores.
A los 26′ se concreta el ingreso de Salinas por Rivero(de gran partido). Ahí Newells comienza a regalar un poco de posesión ya que era uno de los que traccionaba en el medio junto al también suplantado Cacciabue a los 17′ por Castro.
Newells sigue plantado en campo ajeno pero con otro esquema. Salinas se incrusta de poste, la Fiera se tira hacia atrás, y Fernández debe arreglárselas como dios lo disponga. Newells llegaba siempre, generalmente ya con algunos pelotazos pero del medio hacia atras era campo de nadie. A pura garra y corazón Newells agita el carril y desde el centro de Bittolo, la baja Lema, y Salinas erra otro cabezazo debajo del arco. ¡Era imposible de entender como el hueso no quedaba en pozo ajeno!
Fueron pasando los minutos finales y al quedar descubierto en defensa y totalmente desorientados, obviamente que por ir a buscar el partido con gran ímpetu, no de la manera adecuada, tal vez apilando muchos jugadores en ataque; llega a los 39 el gol de G. Cruz.
Newells se arrima como puede, ante el empuje de las más de 40.000 personas, pero quedó atrapado en su propia ceguedad. La Lepra sigue vigente pero debe seguir trabajando en esos “detalles” que cuestan partidos.
(Por un fútbol sin violencia)
Imanol Gallego Fosco