La estadía de Germán Burgos en Newell’s está llegando a su fin. Fue corta y poco productiva. Apenas dirigió 13 partidos: ganó 3, empató 5 y perdió 5. Su equipo hizo 13 goles y le hicieron 16. Eso fue suficiente para quedar al margen del torneo local prematuramente, para estar casi sin chances en la Sudamérica a dos fechas del final y para despedirse de la Copa Argentina con una actuación lamentable. Y a eso se le debe sumar la caída desdorosa en el clásico.
La eliminación de la Copa Argentina, el último de los torneos en los que todavía peleaba por algo, terminó de cerrar las chances de continuidad de Germán Burgos. Como suele decirse, la gota que rebalsó el vaso.
El equipo nunca tuvo identidad, a pesar de un arranque sin derrotas sobre tres partidos. Y tras un inicio con más puntos de lo que su juego ofrecía, el rojinegro se desplomó: perdió con Gimnasia, tropezó en la Copa y tras el clásico todo fue peor.
Todavía su salida no es oficial. Los directivos no hicieron declaraciones públicas, pero es hecho que sucederá en el corto plazo.
Newell’s tiene que afrontar el próximo jueves ante Palestino el penúltimo partido de la Sudamericana y aún no hay certezas de quién será el conductor desde el banco de suplentes. Podría ser Burgos si no se ponen de acuerdo con prontitud. De lo que no hay dudas, es que Burgos no seguirá la próxima temporada.
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