Mateo Maccari es uno de los juveniles que está bien visto por Fernando Gamboa, a punto tal que fue el volante central titular en el amistoso informal del pasado sábado ante Unión y según cuentan los que vieron el partido uno de los puntos más altos del equipo. Esta es la historia del juvenil que tiene 20 años, 16 de los cuales los pasó pateando una pelota con la camiseta de Newell’s.
El baby en Malvinas
A lo largo de la nota siempre estuvo presente el linaje rojinegro que tiene la familia Maccari. Es que su padre Guillermo Fabián Maccari, categoría 1969, estuvo dos años en el club donde fue compañero del Toto Berizzo. Su hermano mayor Bruno Nicolás, categoría 1996, disputó 57 partidos desde 9ª a 4ª división y su hermano más chico, Thiago Manuel, es categoría 2011 y hoy está dando sus primeros pasos en la cancha grande. Todos se calzaron la casaca rojinegra.
“Arranqué a los 4 años en Malvinas, ya que mi hermano más grande jugaba allí y viene de una historia familiar, porque mi padre también jugó allí. Fueron años hermosos. Lo que más me queda hoy en día son las amistades que uno hace cuando es chiquito. Seguimos compartiendo momentos y recordando anécdotas con los chicos de la categoría 2000. Tuve un solo técnico a lo largo de mi recorrido por cancha de baby, que fue Ernesto Vecchio. Puedo dar testimonio por todos los chicos que además de un entrenador fue una figura paternal para cada uno de nosotros. Lamentablemente falleció hace uno años y fue un gran dolor para todos. Con mi categoría armamos un equipo muy bueno y hay varios chicos que están entrenando en otros clubes, ya sea en primera división como Nicolás Meriano quien estuvo en Belgrano y hoy está en la reserva de Central, y Juan Barinaga. Los equipos más difíciles en el baby fueron el clásico por supuesto, la Academia Griffa y Río Negro, y se generó una rivalidad muy sana”.
Supercampeones en 11ª A
“Ya en cancha grande, en 11ª división en 2012 salimos campeones ganando los 30 partidos y se armó un grupo humano inmenso. Allí tuvieron que ver mucho el técnico, que fue Walter Castro y hoy está en la captación del club, y el profe que es el Topo Gonzalo Marín, quien hoy está en el cuerpo técnico de primera división. En ese equipo estaba Ramiro Sordo con quien comparto plantel en primera división. Luego en 2013 en 10ª de Rosarina hicimos una gran campaña con Gustavo Arciprete, donde terminamos invictos con 24 triunfos y 5 empates pero no pudimos coronarlo con un título”.
La peleó en Rosarina
Para Mateo Ignacio llegar a primera división fue un camino con más espinas que rosas. Es que luego de debutar en AFA en 9ª en 2014 con Fernando Damiani como DT, donde solo jugó 4 partidos, no fue tenido en cuenta en la lista de buena fe ni en 8ª en 2015 ni en 7ª en 2016, y entonces jugó en Rosarina con Arciprete como DT en 8ª y Silvio Constantino en 7ª. “A lo largo de mi recorrido en inferiores sumé más minutos en Rosarina que en AFA. Uno siempre quiere estar en AFA por la calidad de jugadores que uno se enfrenta y la vidriera que eso genera. Cuando no te toca estar se ven muchos bajones de cabeza pero siempre conté con el apoyo de mi familia. Tengo grandes recuerdos de la Rosarina sobre todo cuando empatamos 1 a 1 con Central sobre la hora con gol de Rama Sordo en 7ª y salimos campeones de visitantes. Fue el gol que grité con más pasión en mi vida por lo que significó”.
La importancia del Roly
“En 6ª división, en 2017, me tocó como DT Augusto Ocampo, quien es uno de los que más aprendí. Ese año completé la gran mayoría de los partidos en AFA. En cada nota que doy siempre lo nombro por confiar en mí y la seguridad que me dio. Luego en 2018 en 5ª de AFA con Mauro Conocchiari como técnico, jugué muy poco por una lesión en el hombro y en 2019 en 4ª tuve revancha porque salimos campeones en AFA ante Talleres en cancha de Unión, con Petete Rodríguez y pude cerrar con un título mi paso por inferiores”.
Reserva y primera
“Por suerte coronamos una gran campaña en reserva con Federico Hernández y pude hacer un lindo gol de afuera del área contra Sarmiento. Además Kudelka me hizo debutar en primera contra Lanús cuando ganamos 4 a 1 y es una de las alegrías más importantes que me tocó vivir. Y cuando me llamaron para entrar se me vino todo en la cabeza. El paso en inferiores, lo bueno, lo malo y sobretodo la familia”. Una familia de ADN leproso.
Fuente-ovacion07
