Pasó el primer semestre desde que se incorporó a Newell’s y no disputó ningún partido. Una lesión le jugó en contra. Angelo Gabrielli dice que esa es “una espinita” que se quiere sacar. Entiende el fastidio del hincha porque todavía no lo pudo ver, aunque inmediatamente dice: “Soy el que más sufrí no jugar ni un minuto”. El uruguayo se “ilusiona” y trabaja para ser el marcador lateral derecho en la Superliga, aunque compite por el puesto con Facundo Nadalín. A días del debut, Frank Kudelka no dio ninguna pista sobre quién será el titular. Más allá de eso, el lateral está “contento” a partir de que ahora lo tienen en cuenta.
¿Cómo viviste la pretemporada?
El primer semestre no me tocó jugar y en el medio tuve una lesión bastante importante. Una isquialgia (lesión de los tendones isquiotibiales). Tendría que haber parado mucho tiempo, pero decidí seguir entrenando. No fue una buena decisión. Muchas veces entrenaba con dolor. Cuando arrancó la pretemporada, renové las ilusiones. Hicimos una pretemporada muy buena. A mí me ayudó en lo mental. Hoy veo que está la oportunidad de jugar. El técnico me puso entre los once más de una vez. Creo que respondí. Estoy muy contento y con muchísima confianza.
¿Jugar algunos de los amistosos en la formación principal te llevó a pensar que podés ser titular?
Obvio. Me ilusiona que me prueben. Pero a mí ya me alcanza con estar ahí. Después depende de Kudelka, porque también está Facundo (Nadalín) que anda muy bien. Si me toca empezar jugando, bienvenido sea. Trataré de aprovechar la oportunidad y no soltarla. Y si le toca a Facundo, estaré apoyándolo.
¿Kudelka te señala a vos cuestiones puntuales?
No. Le gusta que estemos bien perfilados para salir siempre jugando, que pasemos mucho al ataque, tengamos mucha dinámica y apretemos arriba. Habla de cuestiones generales, no tanto de lo individual. Lo que quiere es que seamos un equipo profundo. En la pretemporada tuvimos muchísima posesión, pero no fuimos tan profundos, y durante estos días tratamos de corregirlo.
¿Cómo evalúas tu rendimiento en los amistosos?
Es complicado. Tendría que mirar los partidos desde afuera (risas). Me vi bien. La lesión llevó a que el semestre pasado fuera bastante complicado. Hoy me veo totalmente diferente, con mucha más confianza. Ahora corro sabiendo que no tengo nada en el cuerpo que me impida hacerlo, disfrutando muchísimo de los entrenamientos. Antes volvía de entrenar y estaba pensando todo el tiempo en la pierna, me ponía a estirar. Era bastante molesto. Me afectaba psicológicamente. Todo el día pensaba en la pierna. A veces me levantaba de una silla y estaba dolorido. Pero todo eso quedó atrás.
Si bien no pudiste jugar ningún partido oficial, ¿qué diferencias notaste del fútbol argentino con respecto al uruguayo?
El fútbol argentino es más rápido, más intenso. Las canchas hacen que sea así, lo mismo que la pelota. El fútbol uruguayo también tiene sus particularidades. A lo mejor va allá un argentino y no la pasa bien. Hay mucha más marca, y si tenés la pelota un segundo, enseguida te presionan 3 o 4. Es probable que sea más lento pero más agresivo.
¿Cómo viviste los dos partidos que fuiste al banco, contra Boca (1-1) y Gimnasia (0-1)?
Me acuerdo principalmente el de Boca, que fue en el Coloso. La cancha explotaba. Cuando entrás a una cancha llena, con el público alentando, se te eriza la piel. Allá en Uruguay sólo jugás así cuando enfrentás a los grandes. Nunca me había tocado jugar con un estadio lleno y que esas personas te apoyen a vos. Lo mismo me pasó con el banderazo. Es impresionante. A cualquier jugador que viene de afuera como yo lo sorprende muchísimo eso. Hablo con compañeros de Uruguay y les cuento que acá si se juega un lunes a la tarde, pese a que es un día laborable, la cancha explota. Ojalá que lo pueda llegar a disfrutar desde adentro.
¿Cuáles son tus condiciones, que por ahora el hincha no pudo ver?
Como todo defensor, trato de enfocarme primero en la marca. Hay que estar siempre bien parado. Y después me encanta ir al ataque y finalizar la jugada de la mejor manera. Me gusta tocar y pasar al ataque, o llegar para buscar un cambio de frente. Lo que sí trato es de recibir y culminar la jugada, no enganchar. Es lo que nos está pidiendo el técnico.
En Liverpool de Montevideo hiciste 4 goles el año pasado.
Tuve una rachita positiva. Un lateral que llegue y haga goles suma mucho tanto en lo individual como para el grupo.
¿Cómo fueron tus inicios?
Soy de Colonia 18 de Julio, un pueblo rural de Salto de unos pocos habitantes. Fui a una escuela rural y jugué en el club del pueblo. Después estuve en Ferro Carril de Salto. A los 14 años me fui a Montevideo, a las juveniles de Juventud. Luego pasé a Fénix, a donde llegué a debutar en primera y jugar Copa Sudamericana. El año pasado me tocó estar en Liverpool. Empezamos en zona de descenso, terminamos quintos y clasificamos a la Copa Sudamericana.
¿Te costó mudarte a Montevideo?
Fue un cambio radical. En mi pueblo veía pasar unos pocos autos por día y llegué a Montevideo que era una locura. Las primeras semanas las pasé bastante mal, pero el corazón me tiraba, porque quería ser jugador de fútbol. Con el tiempo me fui acostumbrando. Igual cuando volvía al pueblo, me costaba desprenderme de mis padres y la familia.
¿Tuviste algún modelo de lateral?
Siempre me gustó el Pupi Zanetti. Me encantaba. A veces estoy aburrido y busco jugadas de él en la computadora. Fue un lateral clase A, de elite.
Con Liverpool decías que te tocó jugar para salvarse del descenso. A Newell’s le toca algo parecido. ¿Como se vive ese tema?
Sabemos lo que significa Newell’s, que es un club enorme, y estamos trabajando para llevarlo adonde se merece, que es allá arriba. No lo tomamos como una carga sino con mucha responsabilidad porque entendemos lo que nos vamos a jugar.
¿El equipo se terminará de armar en las primeras fechas del torneo, teniendo en cuenta que llegaron jugadores a último momento?
Cuando llegan compañeros a último momento quizás cuesta un poco, pero ellos se unieron muy bien al grupo. Hay personas excelentes y eso ayuda. Adentro de la cancha obviamente cuesta un poco cuando no terminaste de conocer a un compañero. Pero creo que todos se irán amoldando muy bien al equipo.
¿Gentiletti les da muchas indicaciones en la cancha?
Sí. Tiene voz de mando, que para el fondo es muy importante porque te ayuda a ubicarte de mejor manera. Todo el tiempo está hablando. También hablan Fabri Fontanini, Alan (Aguerre) y Cristian (Lema). Ellos están mirando todo el tiempo desde atrás y ayuda a acomodarte. Para un lateral es muy importante
¿Hay también retos?
Sí, pero es parte del fútbol. Hay retos o algún insulto. Quedan ahí adentro de la cancha. Nadie lo hace con mala intención, sino para ayudar al equipo. Hay que tomarlo como algo normal.
¿También sos de hablar?
Lo justo y necesario. Si veo un compañero mal parado o le tengo que dar alguna indicación, lo hago.
¿Cómo es tener de compañero a Maxi Rodríguez?
De chico lo veía por la tele y hoy estoy compartiendo vestuario y una cancha. Es hermoso. Como jugador lo conocemos todos. Lo que me dejó sin palabras es su humildad y su forma de ser. Es uno más dentro del plantel. Trato de aprender de todas esas cosas.
¿Entendés al hincha que reprocha que todavía no jugaste?, ¿te pesa eso?
Trato de no entrar a las redes sociales, pero imagino lo que se dice. Es normal. Viene al club un jugador extranjero y el hincha espera que juegue. Pero soy el que más sufrí no jugar ni un minuto, porque siempre tenés la ilusión de estar adentro. Ahora debo olvidarme de todo eso, y estar bien y confiado. En lo individual y en lo grupal confío que ahora va a ser todo totalmente diferente.
Tenés contrato hasta junio del año próximo, ¿hubo alguna posibilidad de que te fueras en este mercado de pases?
Por parte de Newell’s, no. Querían que me quede. Hubo chances de ir a otros clubes, pero a mi representante le dije que quería jugar acá, porque es una espinita que me quiero sacar.
Fuente-ovacion06