Que nos toque jugar mayormente los lunes no es casualidad, que no hayamos podido hacer prevalecer nuestra posición para jugar el clásico no es casualidad, que nos suspendan un partido 5 horas antes cuando nuestra gente estaba en camino no es casualidad.
Que tengamos que jugar 3 partidos antes que el clásico y Bentral solo uno no es casualidad, que hayamos pedido cambiar la fecha del día lunes contra Argentinos y nos dijeron que por la grilla televisiva no podían, pero hoy muy libres de cuerpo cambiaron el horario del partido de San Lorenzo y, eso no es casualidad.
Que todavía no este firme la devolución de los dos puntos que nos habían descontado no es casualidad, que hayamos tenido tantos problemas con agremiados y otros clubes con mayor deuda esto no ocurría, no es casualidad.
Y si a todo esto le tenemos que sumar todos los errores internos de la gestión actual convierte a nuestro club en una verdadera bomba de tiempo.
¿Podrá ser casualidad? o es una combinación de incapacidad y revanchismo de la dirigencia de AFA, o Bermudes se creí que su falta de idoneidad no iba a tener consecuencia, recordemos que el mismo Chiqui Tapia hablo con Bermudez y le dijo que lo esperaba hasta la tarde para formar parte de su comision en AFA, y Bermudes, muy estratega, decide poyar a Marcelo Tinelli, lo ocurrido después ya lo sabemos.
Jugadores sin la calidad que nuestra historia nos exige y técnicos que hacen lo que pueden, si, eso no es casualidad.
Actualmente la Superliga se a convertido en un delivery donde los clubes piden adelantar, postergar, suspender los distintos partidos a su conveniencia y siempre obteniendo una respuesta positiva, Newell’s nunca es escuchado, lógicamente esto no es casualidad.
Y si nos faltaba algo los arbitrios empiezan a inclinar muy lentamente la cancha en contra nuestro, y eso, eso no es casualidad.
Tal vez todo esto nos este condenando a un futuro incierto que seguramente nuestra gente y nuestra institución no se merezca, pero estén totalmente seguro que Bermudez y D´Amico tendrán un lugar en el bailando…
EL Beto