La actualidad de Jerónimo Cacciabue abre una serie de interrogantes que cuesta encontrarles respuestas. Resulta complejo entender por qué tuvo tan pocas oportunidades de jugar. El motorcito del equipo de Kudelka de comienzos de la temporada anterior pasó a no tener la mínima relevancia en el actual torneo, sin que haya motivos claros de por qué entró tan poco. Hoy puede ser su primer partido de titular,
El mediocampista no aparece entre los once iniciales desde la caída con Godoy Cruz en el Coloso de marzo pasado. Ese partido fue su reaparición en una cancha tras el desgarro sufrido contra Boca en septiembre de 2019. Puesto a punto físicamente, y luego de la inactividad por la pandemia, siempre fue al banco pese a los problemas de Newell’s para jugar con intensidad ni despliegue.
No alcanzó que Cacciabue fuese un jugador dinámico y aplicado tácticamente. Apenas fue utilizado menos de un cuarto de hora contra Boca en el Coloso y alrededor de 20 minutos ante Lanús y el xeneize en la Bombonera.
Lo extraño es que el equipo fue superado la mayoría de las veces en velocidad y no se recurrió a él para oponerle resistencia a los rivales. Siempre se priorizó algún otro, ya sea de titular o para entrar antes desde el banco.
Previo al inicio del torneo, Kudelka manifestó que la posición en la que Cacciabue rendía mejor era de doble cinco, y que por eso prefería a Pablo Pérez y Aníbal Moreno de volantes internos. Se entiende pero tampoco para restarle chances de jugar. Cacciabue había explotado con el actual entrenador en el banco jugando por la derecha.
El mal momento de Moreno parece que finalmente le abre la oportunidad de estar desde el comienzo. En la cancha se podrá observar si existía algún motivo futbolístico para que se haya decidido relegarlo hasta acá.
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