En marzo último, el vicepresidente de Newell’s, Cristian D’Amico, contrató a Germán Burgos bajo un acuerdo que obligaba al club a afrontar medio millón de dólares hasta fin de año. Ocho semanas después, D’Amico sigue en el cargo porque la pandemia volvió a suspender las elecciones en el club y ahora el dirigente no sabe cómo hacer para desvincular a Burgos de la entidad. El técnico no quiere negociar la rescisión y ayer por la tarde dirigió la práctica. Pero la dirigencia resolvió que no dirigirá mañana ante Palestino por Copa Sudamericana.
Refugiado en su auto blindado, D’Amico se mueve a las escondidas para evitar recibir la reprobación de los hinchas, que hace tiempo le reclaman por su salida del club. Con custodia personal, el vicepresidente se llegó ayer al mediodía a Bella Vista para reunirse con Burgos. En el encuentro el técnico fue enfático en su idea de seguir al frente del equipo a pesar de que no hay una sola señal positiva en dos meses de trabajo que pueda sostenerlo en el banco de suplentes. Newell’s ni siquiera fue competitivo. En todos los partidos se vio superado, más allá de que Burgos ganó tres, perdió cinco y empató cinco.
Anoche, al cierre de esta edición, había un nuevo intento de D’Amico por lograr la salida de Burgos. Negocia porque no lo puede echar. Hasta fin de la semana que viene, el club permanece bajo supervisión judicial del juez que entiende en el fideicomiso y Fabián Bellizia no autorizará el pago de una indemnización millonaria. En junio, el expediente leproso se cierra porque se pagó el total de la deuda y desde entonces sí la dirigencia podrá tomar cualquier medida, incluso las que perjudiquen económicamente al club.
Newell’s profundiza su deterioro institucional y deportivo ante el capricho del único dirigente que asume funciones en la entidad y que se niega a abrir la toma de decisiones a las agrupaciones opositoras, las cuales seguramente se impondrán en los comicios, cuando se realicen. Es que así como Burgos no se podrá sostener en el cargo y su desvinculación es inevitable, en el parque Independencia ya nadie duda de que D’Amico no podrá mantenerse en el poder.
El equipo entrenó ayer en Bella Vista porque mañana debe jugar por Copa Sudamericana. D’Amico no quiere que Burgos esté al frente del equipo y las gestiones para su desvinculación se sostendrán hasta llegar a un acuerdo, como ocurrió en marzo pasado con Frank Kudelka.
Fuente: Rosario12, Alejo Diz.