Igual, más allá del cambio de mirada en torno a los objetivos, la lepra no se la debe creer, tendrá que ponerle el mismo respeto a cada partido no olvidando que un par de tropezones seguidos podría volver a desenfocarlo.
Dentro de una lógica futbolística, que la hay más allá de la dinámica de lo impensado que es el fútbol en Argentina, los de Kudelka se muestran bien parados para lo que empezará en dos semanas. Un arranque de visitante en Santiago del Estero, lo localía frente a Patronato, más las visitas en fila a Gimnasia y Unión.
Tras ello llegará el primer rival directo de esta “nueva pelea” copera: Arsenal en el Coloso.
La cancha de Banfield será el siguiente escenario para que luego Boca venga a Rosario y le lepra vaya a Mendoza.
Después dos partidos de local en fila, ante Independiente (por ahora no pelea entre los 10 de arriba) y Vélez (otro rival directo). Y el cierre será en el Nuevo Gasómetro ante el San Lorenzo que ayer se prendió otra vez entre los 10. Seguramente en esos últimos tres juegos estará la definición de para qué copa estará Newell’s (insistiendo en que conserve el andar de hoy), si entre los 4 primeros de la tabla acumulada para la Libertadores o del 5º al 10º clasificatorios a la Sudamericana.
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