En los análisis previos, en el juego de entrar a la cabeza de Frank Darío Kudelka para entender qué equipo estaba imaginando para un hipotético inicio de campeonato, parecían dos las dudas.
Obviamente, uno era la disputa en el hueco que dejó Cristian Lema en la zaga central y el otro el último integrante de un mediocampo donde Pablo Pérez y Julián Fernández parecen números puestos. Y en ese lugar que faltaba los candidatos imaginados eran tres: Aníbal Moreno, Jerónimo Cacciabue y Mauro Formica. Es cierto que para el primer amistoso PP8 no estaba disponible y que un ensayo es un ensayo, pero la gran sorpresa del técnico de Newell’s en el 1 a 1 del sábado ante Unión fue Nicolás Castro. Sí, el juvenil que él mismo le dio sus primeros minutos en primera y que casi se lo lleva Boca fue titular, jugó todo el partido y fue, junto a Nacho Scocco y la Fiera Rodríguez, uno de los mejores del equipo rojinegro.
A fines de 2017, cuando ya había sido citado a las selecciones juveniles, Boca casi se lo lleva luego de que Newell’s le echara el ojo y lo trajera para sus inferiores desde 9 de Julio de Rafaela. Por entonces, ya con 16 años había debutado para la entidad rafaelina en el Federal B. Pero pese al intento xeneize, finalmente los rojinegros se lo quedaron y en enero del año pasado le hicieron el primer contrato hasta junio de 2022. Pero claro, fue de los últimos juveniles que aparecieron en la primera leprosa y de hecho Kudelka lo hizo jugar hasta el momento 40 minutos en tres partidos (ver aparte).
Por eso no aparecía en el radar, a menos que las ausencias lo pusieran en el primer plano. Es cierto que al faltar Pablo Pérez y al no estar aún al ciento por ciento de su lesión muscular Formica se le abrió el juego. Por eso además de él jugó Moreno de titular, pero la lógica indicaba que Cacciabue podría tener su chance y no fue así. El Aviador jugó para el alternativo y el rendimiento de uno y otro en los dos partidos indicaron porqué Kudelka lo consideró a Castro.
Cacciabue mostró un nivel bajo en el partido alternativo y tampoco desequilibró. En cambio Castro jugó como Newell’s, de menor a mayor. Pidió muchas pelotas, se asoció bien con Maxi Rodríguez sobre todo y muchas pasaron por sus pies. Además buscó mucho a Scocco, el faro en la delantera leprosa. Para darle una mayor dimensión a su trabajo fue más gravitante que Moreno y en la clasificación de Ovación, de Lucas Vitantonio, se subió al podio junto a la Fiera y Nacho.
Castro tiene buen pie, buen porte, pide la pelota, va para adelante, posee un buen dominio y un buen remate de media distancia. Puede jugarle en contra que Newell’s disponga de tres volantes en el medio, porque eso requiere mucho sacrificio. Y en su caso va para adelante mucho, así que recuperar, marcar y volver va a ser su gran desafío, pero hay que incluirlo en la lista de candidatos, en la nómina junto a Moreno y Cacciabue, o Formica y Pérez.
Quedó claro que Kudelka lo considera mucho y se ganó otra oportunidad. Newell’s tiene un valor más que puede marcar diferencia y con un juvenil de la cantera. Scocco se robó toda la atención pero Nicolás Castro también quedó en el foco. Para tenerlo en cuenta.