Newell’s transita días en los que se esperan importantes decisiones. El mánager deportivo Sebastián Peratta dio un paso al costado, según informó ayer Ovación, si bien todavía no fue informado oficialmente por el club, y se aguarda acerca de la situación de Germán Burgos. Entre las medidas a adoptar se encuentra el futuro de los futbolistas a los que dentro de un mes se les vence el contrato. La nómina de estos ocho jugadores incluye a Maximiliano Rodríguez, el único cuya continuidad depende de la decisión propia y de nadie más.
El capitán rojinegro es el nombre ilustre de la lista de futbolistas que concluyen su relación con Newell’s el 30 de junio próximo y entre los que aparecen otros nombres de peso, como Pablo Pérez, Mauro Formica y Santiago Gentiletti, que se recupera de una lesión en la rodilla. Otros lesionados a los que se le vence el contrato son Francisco González y Denis Rodríguez. Matías Orihuela y Alexis Rodríguez son los restantes que en un mes se pueden quedar con el pase en su poder.
La resolución de cada uno de los temas futbolísticos planteados dependerá de las decisiones del vicepresidente segundo Cristian D’Amico. En sus manos se encuentra, en primer orden, la definición del entrenador y si ratifica a Burgos o le pone punto final a su ciclo, con la obligación de indemnizarlo a dos meses y medio de su arribo al club, y le busca un reemplazante. La definición sobre el cargo de entrenador y además el nombramiento del nuevo mánager, siendo Pablo Guiñazú un posible sucesor de Peratta son decisiones determinantes para la conformación del nuevo plantel.
Burgos dejó en evidencia en los últimos partidos que si continúa siendo el técnico le dará prioridad a los jóvenes. Quedó en claro al preferir en la formación del equipo titular a varios juveniles, relegando al banco a otros de experiencia, como Scocco, Pérez y Belluschi, o directamente no convocándolo, como sucedió con Formica. “Estos chicos son el futuro del club. El club tiene con qué pensar en el futuro”, dijo el entrenador en la última conferencia de prensa, ratificando que la elección de los jugadores se encuentra en sintonía con lo tiene planeado en caso de seguir.
Pero Maxi Rodríguez, que se recupera de una distensión, es ajeno al proyecto a elegir y al nombre del responsable de conducir el equipo en la próxima temporada. Su figura excede toda resolución. Desde que regresó a la lepra, al final de cada semestre piensa qué hacer con su carrera. A los 40 años, nuevamente tiene que meditar si continúa en actividad. El capitán es el único que sabe hasta qué punto influyen en su ánimo las últimas pobres campañas y si se siente en condiciones de seguir.
Sus raptos de lucidez son cada vez más esporádicos, por una cuestión natural de la edad, aunque únicos en cuanto a la calidad. Solo él sabe si está dispuesto a continuar jugando y si su liderazgo es valioso para orientar a un plantel lleno de juveniles.
Un compañero de Maxi en el inolvidable equipo campeón de 2013, Pablo Pérez, también finaliza el contrato, que en 2020 firmó por 18 meses. El regreso del mediocampista a Newell’s fue de mayor a menor en cuanto al rendimiento, siendo prácticamente marginado en las últimas presentaciones. Posee cualidades como ninguno para el traslado, la circulación o el pase, pero fue muy intermitente, agregado a un temperamento que le jugó en contra, acumulando amarillas seguido y una roja en Copa de la Liga y otra en la Copa Sudamericana. A los 35 años, su continuidad queda supeditada al proyecto futbolístico.
El interrogante sobre lo que sucederá es mayor con Formica. Si bien es menor que los dos anteriores, ya que hace poco cumplió los 33, lleva un largo rato sin mostrar algo de su talento desde que volvió al Parque en 2018. Le costó ponerse a punto físicamente y cuando estuvo a disposición le faltó ritmo, un aspecto esencial para un futbolista cuya virtud es la gambeta.
Durante la temporada 2020/2021, apenas en 5 partidos fue titular. Y eso que Newell’s tuvo triple competencia, entre el torneo local, Copa Argentina y Sudamericana. Su exclusión en los últimos encuentros fue una muestra de su presente.
En etapa de rehabilitación
Tan incierto es el destino de Formica como el de Gentiletti. El defensor, de 36 años, arrastraba molestias un tiempo antes de la intervención quirúrgica de la rodilla izquierda realizada a mediados de febrero y en la actualidad continúa el proceso de recuperación. Por el convenio de trabajo, el club debe hacerse cargo del sueldo y de los gastos de rehabilitación hasta que se encuentre en condiciones óptimas, más allá de la fecha de caducidad del contrato y sin importar si se le renueva.
Existen otros casos similares en el club. Francisco González fue operado a fines de diciembre de una ruptura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Esta lesión demanda alrededor de 8 meses antes de volver a jugar, por lo que estaría para agosto. Es indudable que al extremo izquierdo de 20 años, una de las últimas mejores apariciones de la inferiores, se le ofrecerá un nuevo contrato.
En tanto, Denis Rodríguez, de 25 años, lleva 15 meses sin jugar, primero por la pandemia que obligó a la suspensión del fútbol y luego por una operación del tendón de Aquiles en septiembre de 2019 y posteriormente una exploración quirúrgica de la que informó el club en los primeros días de mayo. No estará recuperado para la fecha de finalización del vínculo contractual.
Su hermano Alexis y Matías Orihuela, de 29, son los otros que terminan su relación con Newell’s el próximo 30 de junio. Ambos alternaron entre los titulares y los suplentes durante el último año futbolístico, una demostración de que nunca terminaron de asentarse. El destino de ellos también es una incógnita.
Fuente-ovacion04
