El lateral izquierdo de Newell’s sigue mostrando falta de atención y de compromiso colectivo en momentos decisivos. ¿Lo mantendrá Lunari?

Foto: Sebastián Suárez Meccia / La Capital
Martino fue uno de los causantes de la remontada de Riestra y luego dejó el campo de juego con visibles molestias.
En la igualdad ante Riestra con sabor a derrota, apareció otra vez uno de los síntomas que suelen presagiar trances angustiosos, malos tragos e impactos negativos en los desenlaces de los compromisos de este Newell’s, al que todavía le está costando levantar cabeza, entre otras causas, por ese espíritu autodestructivo que exhiben algunos de sus jugadores en los minutos decisivos.
En el último cotejo y en el clásico, para apuntar las más cercanas, exhibió llamativas torpezas e ingenuidades, impropias de un futbolista de primera división, que dejaron al equipo leproso siempre con menos de lo que traía hasta ese momento en las manos.
Más de las exigencias que imponen las urgencias y las necesidades de reacción que cruzan la actualidad del club rojinegro, este lateral curiosamente no aprende las lecciones anteriores y vuelve a reiterar yerros determinantes que le terminan costando muy caro a un conjunto que está buscando conseguir bases firmes para poder levantar la cabeza y construir objetivos más ambiciosos.
Se complicó sólo
El viernes último, Newell’s se complicó sólo. En esta excursión a una cancha siempre complicada había conseguido una sorpresiva ventaja de dos goles en el comienzo del duelo, y jugaba con un hombre más, desde los 14’, por la expulsión de defensor adversario Pedro Ramirez.
Pero increíblemente, todo entró en un laberinto de dificultades, con otra aparición fatídica de Martino.
Ese instante, cambió la historia del encuentro. Sin tener un por qué. Sólo se explica en la falta de atención y de compromiso colectivo del futbolista leproso.
Y como a este Newell’s, cualquier viento lo tumba, los dos tantos de Jonathan Herrera (uno de penal y otro de cabeza), en el lapso de un minuto antes del entretiempo estamparon una igualdad impensada para todos, que representaron un golpazo y nublaron la hoja de ruta del equipo rojnegro de cara a lo que venía.
En el clásico
El antecedente más doloroso de Martino fue en el clásico. Desde esa jornada quedó en el foco de los cuestionamientos para los hinchas rojinegros.
En el tramo de cierre de un partido en el que Newell’s con muy poco había sido un poco más y estaba tratando de activar sus últimos intentos para traer una cosecha gruesa de Arroyito, Martino le regaló un cambio de situación al desarrollo del trámite.
A los 76’, fue demasiado fuerte con sus dos pies para adelante, y le cometió una fuerte falta al volante canalla Kevin Ortiz, que el árbitro Nicolás Ramírez consideró que merecía tarjeta roja.
Esa expulsión envalentonó a Central que fue por la heroica y lo consiguió. Siete minutos después, el uruguayo Mallo marcó el único gol, después del tiro libre en el borde del área que regaló Juan Ignacio Méndez, y del inconcebible rebote que dio Macagno tras el tiro libre de Malcorra. Desde aquella acción, no hay retorno en la relación del lateral izquierdo con el simpatizante rojinegro.
Con este panorama, ¿el técnico Lunari lo seguirá manteniendo?
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