Willer Ditta (25 años) llegó a Newell’s a comienzos de 2022 como una verdadera incógnita. Arribó al Parque como refuerzo a préstamo procedente de Junior de Barranquilla. Y el colombiano de manera paulatina fue escribiendo su propia historia en la entidad rojinegra. En lo futbolístico fue de menor a mayor y hoy es una pieza irreemplazable en la última línea. Cortes precisos en velocidad, despejes a pura garra y la confianza por las nubes, lo ubican en el podio de los rendimientos en el equipo que marcha como líder de la Liga Profesional, apenas disputadas cuatro fechas. Además su carisma y efusividad para vivir el fútbol hacen vibrar a los hinchas, que ya comenzaron a enamorarse del zaguero cafetero.
Ditta cumple con solvencia con su principal misión dentro de la cancha que es defender y alejar el peligro lo más posible del arco que ahora defiende Ramiro Macagno. Su nivel futbolístico está en alza y contagia al resto. Marca con intensidad, supera al rival en velocidad y rechaza con vehemencia cada pelota. Incluso utiliza todo su cuerpo para cubrir el arco ante el remate de los adversarios.
Desde el juego es un defensor que entrega garantías y concentración para imponerse a los delanteros. Esta evolución y adaptación a Newell’s fue paulatina en la pasada Copa de la Liga Profesional. Por ello no es casualidad este presente notable que atraviesa Ditta. Incluso el pasado lunes en la durísima victoria ante Argentinos en el Coloso anotó de arremetida el gol del triunfo leproso, tras una peinada de Gustavo Velázquez a la salida de una pelota quieta ejecutada por Ramiro Sordo.
Pero Ditta es más que un defensor calificado, aplicado y confiable, a pesar de que puede cometer errores como cualquiera. Hoy el zaguero colombiano es un símbolo de sacrificio, garra y coraje de este equipo aguerrido que armó Javier Sanguinetti.
Porque a puro carisma festeja cada despeje salvador como un gol rojinegro. Hasta en el pasado clásico en la victoria leprosa 1 a 0 en el Gigante de Arroyito celebró un lateral a favor de la lepra con un grito de guerra. También cada vez que es entrevistado luego de los partidos arenga a Newell’s. Sin dudas que son gestos que enloquecen a los hinchas porque ellos se identifican con la forma de jugar y de sentir el fútbol que evidencia Ditta.
De lo que no hay dudas es que se trata de un personaje superprofesional, que entrega todo en cada partido, que cada vez es más determinante para lo que pretende Sanguinetti y cuyo rendimiento está en alza, ya que ahora también se le abrió el arco ajeno.
Pero su emoción también juega y no pasa desapercibida. Así, tras marcar el gol frente a Argentinos recibió el abrazo afectuoso de todos sus compañeros. Después se arrodilló y levantó los brazos al cielo. Rezó y agradeció por el presente de ensueño que atraviesa. Todo en un Coloso enloquecido porque Newell’s llegaba a la punta del torneo. Y Ditta, con garra y pasión, comenzó a meterse en el corazón de los hinchas.
Fuente-ovacion02