El 21 de mayo de 1988, un Newell’s conducido técnicamente por José Yudica se consagró campeón del Torneo de Primera División tras golear 6-1 a Independiente en el Coloso del Parque. Más allá del título obtenido, este plantel leproso pasó a la historia al transformarse en el único equipo argentino en ganar un campeonato solamente con jugadores surgidos en las inferiores del club.
En la temporada 1986/87 Newell’s estuvo puntero mucho tiempo pero en el cierre no logró los resultados necesarios y, para colmo, el equipo que salió campeón fue Rosario Central, su clásico rival. Esto hizo que haya una renovación del plantel con una dirigencia que tenía el objetivo de volver a ser competitivos para enmendar lo ocurrido el año anterior.
Jorge Solari había sido el entrenador durante ese campeonato, pero el final del torneo lo obligó a irse y Yudica ocupó su lugar. El nuevo DT repatrió a varios futbolistas del club para la 1987/88, lo que decantó en un plantel en el cual todos los futbolistas eran surgidos de las inferiores.
En concreto, el Newell’s de Yudica estuvo conformado por los arqueros Norberto Scoponi y Carlos Panciroli; los defensores Fabián Basualdo, Jorge Theiler, Jorge Remigio Pautasso, Roberto Sensini, Miguel Fullana, Armando Sialle y Dalcio Giovagnoli; los mediocampistas: Juan Manuel Llop, Gerardo Martino, Juan José Rossi, Roque Alfaro; y los delanteros Gustavo Dezzoti, Victor Rogelio Ramos, Abel Balbo, Sergio Almirón y Ariel Cozzoni.
En aquella época se jugaba un solo campeonato en el que los 20 equipos se enfrentaban todos contra todos como local y en condición de visitante, y al término de la primera rueda la Lepra finalizó puntero junto a Racing, con partidos memorables como las goleadas 5-1 ante Vélez, 4-1 a Deportivo Armenio, 4-0 a Platense y 3-0 a Instituto.
En la segunda parte del campeonato, el elenco rosarino fue un equipo arrollador que ganó diez partidos, empató ocho y solamente perdió uno, 2-1 ante Vélez en el Coloso del Parque, justamente uno de los rivales a los que había aplastado en el primer semestre.
La consagración llegó en la jornada 36, dos fechas antes de que finalizara el torneo. El 21 de mayo de 1988, con un Coloso colmado de hinchas, Newell’s recibió a Independiente sabiendo que si ganaba el encuentro y River hacía lo propio con San Lorenzo (escolta) levantaría un nuevo título. El equipo estuvo más que a la altura.
Los rosarinos se impusieron desde el primer minuto y ganaron el encuentro 6-1 con goles de Juan José Rossi (x2), Roque Alfaro (x2), Sergio Almirón y Abel Balbo (descontó Bochini para el Rojo), y como el Millonario triunfó 4-2 ante el Ciclón, Newell’s conquistó su segundo título de Primera División que marcó un hito inédito en el fútbol argentino, con un plantel conformado en su totalidad por jugadores surgidos de las inferiores del club.
