2 de junio. Mario Zanabria, el héroe de la tarde, levantado como un trofeo de guerra por sus hinchas. Video con su zurdazo inolvidable que aseguró el primer título de la Lepra de su historia.
El campeón del Metropolitano de 1974 se definió en un torneo reducido que integraban Boca, Huracán, Newell’s y Central. El 2 de junio en “El gigante de Arroyito” por la última fecha se enfrentan nada menos que los dos colosos de la ciudad de Rosario. A NOB le alcanzaba un empate para ser campeón por primera vez en su historia.
Antes de que termine el primer tiempo Rosario marcó por intermedio de Arias de penal. Faltando veinte minutos Aimar vuelve a marcar para el local y parecía que al rojinegro se le escapaba otra vez de las manos, pero inmediatamente a los 71 minutos convierte Capurro y… preferimos enganchar con la crónica que hizo Juvenal en la revista El Gráfico del domingo que se hizo realidad el sueño de Newell’s:
“…Ese minuto fue decisivo para la suerte del partido. Los caídos se enfrentaron y los empinados se sintieron tocados en su seguridad. En la misma medida que levantó presión Newell’s, se apagó Central. Y diez minutos más tarde, el golazo de la tarde. Vuelven a ganar en el fondo los marcadores centrales, parte el contraataque vía Rebottaro, alarga por afuera a Picerni, desde la derecha levanta centro el volante y en medio del área penal se eleva Magán mirando hacia su propio campo. Y prácticamente la rechaza como un back, bajándola de cabeza para la llegada de Mario Zanabria. Sobre la medialuna, el santafesino la mata con el pecho, la deja caer y cuando va llegando al suelo empalma el zurdazo imponente que sube y va a clavarse en caída, allá, en el ángulo superior izquierdo de Biasutto. Si algo le faltaba a este final con clima, alma y juego de final, era justamente eso. Un gol espectacular, rotundo, hermoso, que dejaba en manos de Newell’s la posibilidad de una vuelta olímpica esperada en vano desde 1939…”
“…Lo que no lograron la magia de Canteli, Pontoni y Morosano, lo que no pudo la clase del tucumano Benavídez, lo que no se dio cuando se gestó el diálogo fecundo entre Juan Carlos Montes, Obberti y Zanabria, en 1971, cuando Central los eliminó en la semifinal, estaba ahí al alcance de la mano… No pudo completarse la fiesta, lamentablemente. Aunque espiritualmente Newell’s se sienta campeón, por ahora está a dos minutos del campeonato…” (El partido se había suspendió a los 88 minutos por invasión de público y hasta el momento de esta crónica no estaba consagrado el campeón oficialmente).
Fuente-elgrafico
