La segunda bandeja en la tribuna del palomar hoy es mucho más que una realidad, un hecho esperado con muchas ansias por todos los leprosos.
Corrieron muchas dirigencias pero ninguna pudo concretar este sueño rojinegro y fue con la conducción de Astore y su convicción que estamos a unos pocos pasos de que seamos otra institución, logrando crecer después de muchos años de ostracismo.
Pero como dicen “Nunca la felicidad es completa”, cuando hoy tendríamos que estar orgullosos nos absorbe un sabor agridulce frente a nuestro presente futbolístico donde estamos atravesando los peores años de nuestro fútbol y con la bronca de no ver un cambio en esta realidad que nos afecta en cada partido que nos toca sufrir al ver esta realidad.
La gestión de Ignacio Astore, el presidente que comparte la mesa con el amor y odio sin saber si al final de su gestión con cual de sus comensales se lo recordara.
EL Beto