Otra desilusión que aleja a Newells de la clasificación. Perdió y volvió a cometer errores que ya deberían estar pulidos. Igualmente hay material. Solo resta ajustar algunas tuercas.
Cada vez que Newells pierde la pelota en el mediocampo sufre horrores frente a equipos rápidos. El primer aviso lo dio Tévez a los 11’ del primer tiempo cuando Moreno la pierde. Y, el segundo error casi inexplicable lo cometió Pablo Pérez sin querer regalando la pelota, lo cual costó el gol del rival, de la mano de Tévez.
Si bien la Lepra tuvo circulación y contundencia en la elaboración de juego de los volantes junto a los laterales, nunca tuvo lucidez en los metros finales, teniendo a dos delanteros de la hostia. No hubo precisión en el último pase y cuando además lograban llegar al arco rival abusaron de centros híbridos de peligrosidad.
Newells salió a jugar un 1er tiempo con el cargador lleno. Bloqueaba a Villa y a Salvio sin problemas y Cardona no sabía si estaba en el Coloso o durmiendo en su casa. Sus contenciones raspaban pero no hacían pie y Newells siempre mantuvo el control con el medio poblado, marcando bien arriba, y ahogando al rival.
No así en el 2do tiempo donde el rendimiento bajó y ni hablar después del 2do gol del rival a los 30’. No hubo más reacción. Como tampoco una vez más la tuvo Frank Kudelka. Había que cambiar “algo”. Pudo haber puesto a Palacios haciendo la banda para aprovechar su vértigo o pudo realizar los cambios antes. Pero, no sucedió. Y, además a esa altura, el rival ya merecía por supremacía de llegadas al arco que en el total del partido fueron más de 5 claras contra 1 o 2 más o menos “algo” turbias de Newells.
La defensa preocupa con su lentitud, la falta de estado físico para mantener un ritmo imperactivo también, y la falta de profundidad. Hay grietas en las tres columnas. Y, hay jugadores con chapa que no aparecen. Es un equipo prometedor desde los apellidos pero no está todo aceitado como debería ya estarlo.
Otro árbitro volvió a condicionar por el penal no cobrado. Vigliano “vuelve” a sacar a la Lepra del partido. El anterior fue Herrera. Es un endemoniado karma que violenta y saca del partido a todos. Pero no es excusa ya que Newells debe mejorar muchas cosas. Fundamentalmente los retrocesos y la participación de Nacho y el Tucu.
Ya no hay más margen de error. Mirando el vaso lleno Newells tiene cosas muy interesantes. Ajustando algunas piezas el equipo debe ser protagonista. Más aún con el plus único en Argentina que es su hinchada, la cual se movilizó y se juntó haciendo el mejor carnaval del país.
Imanol Gallego Fosco