Newell’s tenía un delantero “acordado” y sobre la marcha de las negociaciones Unión hizo una apuesta económica mayor y terminó ganando la pulseada. Marcelo Estigarribia fue el nombre por el que dirimieron las dos entidades, pero finalmente ganó el que hizo frente a la exigencia de Atlético Tucumán. Ahora se quedó sin el “9” que tenía a mano y busca a destajo cerrar con un nombre que puede cubrir el hueco que quedó en el equipo de Mariano Soso tras la partida de Juan Ignacio Ramírez.
El jueves por la mañana la Lepra había hecho una oferta importante con un contrato por tres temporadas que sedujo al Decano y al futbolista. El Kily González, por su lado, le había exigido a los directivos de Unión que hicieran el esfuerzo necesario por el atacante. Entonces, del millón de dólares ofertado inicialmente se acercó a lo pretendido por los tucumanos, que era 1,5 millón de dólares y se quedó con el futbolista.
El Tatengue tiene billetera por las últimas e importantes ventas que viene realizando y la dirigencia del Decano prefirió tener el dinero en mano por sobre la propuesta de Newell’s, que “está un tanto limitado desde lo económico”, indicaron desde Tucumán. Encima, la búsqueda de Estigarribia no había generado una buena aceptación entre los hinchas Leprosos.
Además, Unión aceptó comprar la totalidad del pase y le ofreció al delantero un contrato por tres temporadas -lo mismo que había ofertado Newell’s-, es decir firmará hasta diciembre de 2027.
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