Además, la mamá de la Fiera destacó a La Capital que “se cierra una parte grande de la vida de la familia y el promotor no está, su abuelo nos moviliza mucho. Pocos lo deben entender, tres personas, abuelos y madre dedicados a él, siempre tan responsable y dedicado al fútbol, ya que no había otra cosa que le llame la atención”.
Claudia, a la vez, remarcó que le “fue durísimo llegar, mantenerse, le fue demostrando a todos que pudo solo y no necesitó caminos raros, sino su destreza en el deporte. Debutó y se le abrieron las puertas, una mejor que otra, y se rodeó de buena gente”.
Por ello, siempre envuelta por la emoción, mamá Rodríguez, concluyó: “A los goles todos los disfruté y los grité, verlo feliz a él era suficiente”. Está claro que la familia de Maxi fue fundamental en la carrera que realizó y el propio jugador siempre se encargó de resaltar el apoyo constante e incondicional de los suyos.
Lo cierto es que se viene la gran gala del lunes por la noche que marcará el cierre de la extraordinaria carrera de Maxi, cuando desde las 21.30, los leprosos reciban a Banfield en un Coloso que estará absolutamente repleto, ya que el pueblo rojinegro se volcó masivamente a las boleterías y completará la capacidad del estadio.
Todos quieren decir presente en el adiós de uno de los grandísimos ídolos del Parque, un bastión del sentido de pertenencia, del amor genuino a la camiseta y de la gloria, con el título que obtuvo en el 2013.
El festejo por Maxi será luego de finalizado el cotejo y allí habrá muchas sorpresas. Mensajes especiales de futbolistas que jugaron con él en Newell’s y en la selección argentina. Se hará mención también a su paso por Europa. Y no faltarán los obsequios que recibirá de parte del club como recuerdo por tantas batallas jugadas con la pilcha leprosa. La Maxinoche está cada vez más cerca.
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