Gran desempeño de “la lepra” fuera de su hábitat natal fundiendo sus válvulas para consagrar un buen año a pesar de la última meseta preocupante en la que se habían sulfatado todos los ánimos entre errores propios y ajenos.
Este partido mostró lo que debería ser siempre. Jugar bien al fútbol, ser agresivo y plantear bien los tiempos del partido. Desde Kudelka a jugadores, para el goce de todo Rosario entero. ¡Sobran los adjetivos! Fue un cotejo de palo a palo. Un equipo vivo, protestante, piquetero y militante de sus derechos. Sintieron que merecían lo que fueron a buscar y consagraron algo más que un partido ganado. Posiblemente sea el partido más importante del torneo.
Un excelente planteo del mediocampo hacia adelante, sufriendo bastante en defensa pero por ir a buscarlo, y por el único partido flojo de Julián Fernandez, a quien le ganaron mucho las espaldas. Por suerte supo rodearlo y ayudarlo Moreno quien fue indiscutidamente la figura del encuentro. Acá algo pasó y tal vez sea Anibal Moreno uno de los estelares. Hubo un cambio rimbombante.
Arrancó con bayonetas, término como trinchera, pero muy astutos para las contras. Tal es así que en las mismas existieron dos jugadas cruciales sobre el final para aplaudir: el gol de Maxi que hizo estallar a los más de 2.000 leprosos y la odisea de Leal, de muy buen partido, en la última jugada de contra, arrancando desde el mediocampo hacia el arco. Le sacó “dos metros” a los centrales con su pique de galgo y casi convierte el 4to después de los 45′ del ST. En este aspecto Kudelka confío en el recién entrado Alexis y Rivero por su soltura física. En Maxi por sus agallas y jerarquía.
Y, en Leal por su velocidad y todo su aire. Claro que se le suman los espacios que regalaba el rival. ¡Excelente acierto estratégico del DT! Kudelka entendió todo esta vez luego de varios encuentros donde pocos lo entendían por sus planteos, titularidades(Denis Rodriguez por ejemplo) y sus cambios tardíos. No es un dato menor que se le haya plantado de igual a igual a un equipo que venía mal, pero jugaba de local, y tiene en términos generales igual o mejor “jerarquía” individual.
Cuando los delanteros estaban cansados y a Albertengo ya no le cabían mas chances por su mal desempeño y su cansancio, pone a Alexis para ganar en velocidad y optar por más pressing. Cuando Moreno no daba más lo puso a Villarruel para seguir siendo el dueño del medio. Y, cuando el equipo en general estaba sintiendo el cansancio lo mandó a la cancha a Rivero (para raspar y defender el resultado) por un mediocampista ofensivo como es el Gato. Lejos de conformarse como se intuía apuntó a ser inteligente en la contra, y llego la jugada de Alexis dando una asistencia por arriba con la cara interna, Rivero llega, la baja; y Maxi encuentra el triunfo. Cabe destacar que lo mencionado es la última impresión del partido.
Ese final inolvidable. Pero, durante todo el mismo Newells lució metido en el mismo. Con sus laterales llegando por las bandas. Con salida limpia desde abajo. Con muy buenos primeros pases del medio hacia adelante. Con triangulaciones que no aparecían desde hace mucho. Con un equipo más vertical y no tan de espalda.
Con un Maxi más tirado al “medio”. Con el peligro de la pelota parada intacta. Y, agraciadamente con jugadores que fueron al frente en todo el partido y con ideas claras. Kudelka y los jugadores dieron vuelta la taba y se encaminan a una pretemporada tranquila y con muchas certezas para la recta final. Mientras tanto el pueblo más fiel va a brindar en navidad con una inmensa y Colosal alegría.
Imanol Gallego Fosco
(Por un fútbol sin violencia)