El entrenador de Newell’s, Mauricio Larriera, confió que esperaban algo más en este certamen y que eso los obligará más en el segundo semestre.
“Al hincha no le puedo decir nada. Solo decirle que me duele mucho lo que nos termina pasando”, remarcó el DT.
En cuanto al partido manifestó: “Enfrentamos a un rival que tiene al entrenador más antiguo en la actualidad y tiene un juego muy aceitado que nos complicó. Las estadísticas seguro que son a favor del rival y al cual felicito porque clasificó en buena ley. La bronca es por no ganar porque debíamos sumar para comenzar el siguiente torneo en el pelotón de arriba en las copas. Nos queda esa amargura”.
El DT continuó: “Al hincha no le puedo decir nada. Solo que me duele mucho lo que nos termina pasando porque estuvimos siempre ahí. Tuvimos un bajón en resultados, no tanto en funcionamiento. No me gusta pedir perdón porque todo lo hacemos con honestidad. Lamento no haber clasificado. Vamos a hacer lo posible para mejorar”.
Cuando le preguntaron cómo estaba dijo: “Yo estoy bien. En estos ciclos hay que replantearse cosas y reflexionar. Cuando llegué al club dije que teníamos que tener calma. Y lo repito ahora. Se que el hincha no la tiene por lógica. Pero uno está en otra dimensión y ahora es tiempo de reconstruirse. Estoy como se dice, conmigo en asamblea permanente reflexionando lo que se hizo bien y mal. Se vienen días importantes. Vinimos de un par de meses de mucha intensidad. Hicimos un viaje extra que en cierta forma pudo haber influido”.
Y agregó: “El viaje a Miami fue una instancia especial y ceremonial del club. Fue una semana que adelantamos el partido con Racing y quizás pudo haber influido. Aunque físicamente el equipo se presentó muy bien y prácticamente no tuvimos lesiones musculares. No tuvimos el descanso que los demás tuvieron. Son cosas para reflexionar, pero cero excusa”.
Respecto al futuro plantel manifestó: “Ahí tengo un matiz. Cuando se habla de plantel corto no es por falta de jerarquía. El plantel quedó mal conformado en algunas posiciones y en otras superpoblado. Y esa superpoblación me hace más daño a mí porque no se puede consolidar a ninguno. Es un grupo con mucha armonía, más allá de los enojos lógicos. Hay variables incontrolables como por ejemplo los futbolistas que se tuvieron que ir. Tenemos que seguir trabajando más y mejor. Tenemos un par de semanas y lo primero que hay que hacer es darle confianza a los que están, y mejorar en ambas áreas”.
Y cerró: “Estoy bien con la amargura de un entrenador por no haber logrado un objetivo que teníamos ahí. Puedo resistir archivos. Y al principio dije que el hincha no se ilusione. Luego se cayeron jugadores como Sotelo o Franco Díaz. Y teníamos armado las cosas de determinada manera. Competimos con planteles con presupuestos altísimos y en algunos casos quedamos por encima. El ganar cuatro partidos de arranque llevó a la ilusión que terminó en desilusión”.
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