“El pasivo es más alto que el que dejó López”. Contundente y enérgico, aunque siempre con tono pausado, el tesorero de Newell’s, Hernán Cardozo, definió así la deuda que heredó la actual comisión directiva, según los datos que arrojó la auditoría contable externa y que se dieron a conocer este lunes. Acompañado por el protesorero Román Milikota y el auditor Andrés Vitta, se informó que el rojo que arrastra la institución es de 11 millones 500 mil dólares, con un déficit mensual de entre 35 y 40 millones de pesos.
“El ex vice segundo del club (Cristian D’Amico), después de perder las elecciones, dijo que dejaron un club ordenado y saneado. La pregunta es qué interpreta por ordenado y saneado”, apuntó Cardozo, antes de agregar que la tarea de la actual dirigencia es que “Newell’s recupere su credibilidad. Tenemos fama de malos pagadores y eso nos genera innumerables inconvenientes para nuevas contrataciones y renegociaciones”.
“El pasivo desenfrenado que dejó (Eduardo) López se licuó y quedó en 9 millones 500 mil dólares, que se cuotificó y se fue pagando hasta hace poco tiempo”, dijo en relación a la deuda concursal que se terminó de abonar este año. Y agregó sin titubear: “El pasivo con el que nos encontramos es más alto que el de López”.
“Tenemos que atacar el cáncer que nos carcome. Tomamos la firme determinación de terminar con los déficits en el deporte amateur, Malvinas y el colegio. No es tan fácil en el fútbol profesional. Por eso hay que volver a apostar a las divisiones inferiores. Esa es nuestra fábrica”, dijo.
El auditor Andrés Vitta fue el responsable de brindar los números de la auditoría, realizada hasta el 19 de septiembre, último día de la pasada comisión directiva. “La deuda total confirmada es 1.201 millones de pesos. Convertida en dólares es de 11 millones 577 mil”, dijo. Agregó que si bien “técnicamente no es un pasivo”, porque todavía no están en posesión del club, se decidió incluir los terrenos linderos a Bella Vista porque existe “un compromiso de compra que el club asumió y que se aprobó en asamblea”.
El pasivo por ese terreno es de 148 millones de pesos, de los cuales solo se pagó “una seña de 45 mil dólares”. Dijo que hasta que no se haga efectiva la mitad del pago, un millón 50 mil dólares, no es posible la posesión y escrituración.
Vitta aclaró que en el pasivo “no se incluyeron los procesos judiciales existentes pendientes de resolución, cuyo monto aproximado es de 184 millones de pesos, que convertidos a dólares es un millón 776 mil”.
“Además de esos juicios, hay otros sin monto especificado, en los que se le reclaman al club por derechos de formación y porcentajes de transferencias, que en su momento determinará el juez. Por lo que el número de la deuda puede incrementarse”, planteó.
Vitta detalló que la composición de la deuda tiene como rubro más abultado, el de las remuneraciones y cargas sociales, que “asciende a 439 millones de pesos. De fútbol profesional se deben 80 millones 600 mil pesos, aparte de 2 millones de dólares”, entre salarios y conceptos anuales como el de los premios.
El auditor dijo que las autoridades del club se encontraron con la urgencia de afrontar en los primeros 90 días de gestión cheques emitidos por la dirigencia saliente. “Con respecto a los cheques emitidos diferidos, que eran por 169 millones de pesos, a los 30 días esta comisión directiva debió cubrir 88 millones, al 20 de noviembre 31 millones más y al día de hoy 22 millones más. En 90 días tuvimos que cubrir o refinanciar 142 millones”, dijo Vitta.
El gasto diario
El protesorero Román Milikota detalló la existencia de “un déficit operativo mensual de entre 35 y 40 millones de pesos. Es difícil de llevar así el día a día. Lo que hizo esta gestión fueron distintas gestiones para cubrir esos déficits. Hubo predisposición de proveedores y acreedores para renegociar, diferir o reprogramar pagos”.
El dirigente sostuvo que se generaron recursos que sirvieron para cubrir ese déficit. “Aumentaron entre 5 mil y 6 mil la cantidad de socios del club, lo que permitió un ingreso aún mayor, Y se realizó venta de indumentaria de la firma que dejará de vestir a la primera. También tenemos que agradecer al socio que pagó los abonos para los 5 o 6 partidos del torneo. Nos dio un gran respiro. Esas fueron las estrategias para cumplir y tener hoy un nuevo cuerpo técnico y afrontar un libro de pases con cierto aire financiero”, aseguró.
“Nuestra rutina diaria fue desactivar bombas”, comentó Cardozo sobre las deudas que debieron hacer frente día a día. “Pero hay que decir que de esos casi 12 millones de dólares (de la deuda) no provienen únicamente de la gestión anterior. Es un acumulado de casi 13 años de Bermudizmo en el club. Recuerdo esas asambleas presididas por Lorente y Ricobbelli en las que advertíamos que el déficit era crónico y la deuda era mayor. Y nadie la logró detener”, añadió.
La siguiente etapa será la auditoría jurídica para estudiar el destino de los recursos del club y, en el caso de maniobras fraudulentas, la comisión directiva debería llevarlas a la Justicia.
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