Un partido muy luchado, con situaciones claras de ambos lados, con un Newell’s sin cesión de actitud, siempre proponiendo, pero hay que resaltar el enorme problema defensivo que sigue acechando. Lo importante fue el triunfo, pero de este partido la lepra debe aprender mucho de cara a lo que viene. Un partido flojo en general. La “sentencia firme” se da en el complemento donde por primera vez pierde la pelota, las divididas y no genera chances.
Como de costumbre Newell’s avisó a penas arranca el partido. Llega a los 2’ luego de un tiro libre que generó una serie de rebotes, le queda a Compagnucci sólo adentro del área chica y la tira por arriba-sin peligro-porque la agarró pésimo.
Sin acotarse en sus ganas, con actitud agresiva y sin ningún tipo de cesamientos; el conjunto rojinegro vuelve a avisar otra vez a los 10’ cuando Giani agarra la pelota en 3/4, le pone un gran pase por arriba a Nacho que llega en carrera, la acaricia de zurda, y tapa el arquero tirándola al córner. Luego de ejecutado el mismo, y el despeje de la defensa, le pega Sforza y tapa el arquero dando un rebote que el Churry no supo aprovechar. ¡No se avivó de picar apenas Juani patea!
La lepra tuvo 15’ criteriosos pero sin la famosa puntada final para estar arriba en el marcador. Tenía el mango de la sartén con respecto a la tenencia y a la salida limpia con Cacciabue(ayudando a Lema que no puede hacer ese trabajo). Atacaba mucho por las bandas, y al momento de defender, la defensa con el acople de sus volantes internos-salvo una mala salida de Sforza-estaban bien. Había un cordial criterio en la marca, en la segunda pelota, y en algunos anticipos de Mansilla, por ejemplo.
Con el correr de los minutos llega a los 22’ una gran jugada que empieza por Giani levantando la cabeza, la pasa para el Churry tirado de enlace, este limpia “perfectamente”(de zurda y muy exigido por la marca)hacia Negri que trepaba por la izquierda, la agarra Castro, hace un estupendo cambio de frente para la llegada al área de Cacciabue y el mismo se la da a las manos del arquero.
A los 24’ ocurre algo insólito. Van dos partidos seguidos que a Newell’s no le cobran un penal. Y, no son dudables. Fueron penales groseros y con el árbitro cerca, con gran panorama para cobrarlo. Ésta vez le tocó picar a Nacho, quedando sólo contra el arquero y un defensor lo empuja con el hombro en la espalda. ¡Una situación que pudo haber puesto a la lepra arriba del marcador!
Hubo un gran despliegue por parte de Cacciabue en todo el partido. Se transformó en el conductor de la lepra, pero no tenía compañía ni de Giani ni de Castro. Tal vez haya sido por eso que Newell’s intentó “demasiado” por las bandas aunque también era la intención del equipo. El mal partido de sus volantes de creación llevaba a ésto. Jamás se desmarcaron ni intentaron bajar a pedir la pelota. Si eso hubiese ocurrido, Newell’s hubiese podido llegar más, claro que si los mismos estaban encendidos. Si bien el Aviador cumplió nunca gravitó como para ver al Newell’s punzante. Acá parece que el Negro comete un error. Y, éste problema también parte desde que el Churry está de titular. Si bien Sordo no era desequilibrante, era quien hacía mejor la función de la banda izquierda para que Castro esté más ocupado en su tarea.
Igualmente, y a pesar de una especie de mala decisión y/o desatención del Negro en no corregir rápido; Newell’s siempre fue más. Tuvo un buen trato de pelota, triangulaciones que se transformaban en llegadas y aproximaciones, segundas pelotas y rebotes siempre ganados, buenas proyecciones y gran parte de esto se ve a los 44’ cuando la lepra llega de pared en pared al arco rival con 7 jugadores, y Compagnucci desperdicia un gol que podría haber sido antológico.
En el segundo tiempo cambian los roles. El rival se adelanta, llega con más jugadores a campo ajeno, y propone otro juego. Claro que, sin cambiar su esquema defensivo tan férreo y difícil a la hora de querer penetrarlo, ya que eran bastante ordenados. Fundamentalmente por el medio ya que: ¡Castro fue una sombra todo el partido!
La lepra entró practicando la parca y siendo un catálogo de errores. Entró demasiado dormido y sin poder dar tres pases seguidos. Igualmente no se tiró atrás. Pero, al subestimar al rival, y al querer sobreponerse, estando confundido; la lepra ataca con todas las armas en funcionamiento pero a Castro se le atasca el gatillo. La pierde en el medio, el rival pone un terrible pase desde su campo a espaldas de Lema y Mansilla-quien pierde en el mano a mano por el sector derecho ya que había relevado-, el jugador encara hacia adentro, tira el centro, Negri despeja como un amateur, y llega la primera del rival(que revienta el travesaño) a los 4’.
A los 8’ y a los 11’ surgen otros dos errores en el medio(lo cuales no dan tregua) y Alan resguarda el típico 2 a 0 abajo, como mínimo. Se había dado vuelta la historia. ¡La injusticia estaba a punto de llevarse puesto a Newell’s ya que no efectivizó antes! Pero, el equipo siempre zafó con el último suspiro y jamás dando nada por perdido. Esa actitud fue una de las piezas fundamentales en éste estilo de partido que se dio. ¡Tan así, para que luego algún iluminado clave!
Frente a todo éste sufrimiento que se parecía a una bordadora desbocada, el Negro hace los cambios en el momento justo. A los 15’ entran Garro y Comba por Cristaldo y Giani. Hizo posición por posición confiando en su sistema de juego y en sus jugadores. Fueron cambios acertados pero Newell’s siguió sufriendo más. Ya había perdido la pelota, el manejo en general, y el desgaste de algunos jugadores era notorio. Fue raro que no se haya dado cuenta de sacar a un volante interno, ya que estaban sin fusibles.
Al minuto llega el rival por “cuarta vez” consecutiva y Newell’s no entendía nada. Entró en shock y todo era meter y meter, pero con mucha desesperación. Lo único “bueno”-claro que de fuerte escasez-se da recién a los 26’ cuando recibe Garro por izquierda, aprovecha su velocidad y cuando puntea la pelota le cometen falta en 3/4. ¡Eso generó Newell’s hasta ese momento. Sin circuitos colectivos parecía que la única opción era una individualidad en velocidad!
La lepra por momentos quiso empezar a dañar por el medio. Pero, Castro estaba muy impreciso, y parecía ser un jugador menos. Era el momento de un cambio y el Negro mete en cancha a Maccari y a Maxi por Sforza y Castro pasados los 30’. ¡Otra situación similar frente a los cambios anteriores en donde había alguna esperanza de cambio!
Newell’s emparda un poco con la presencia del capitán, los extremos exigiendo y con Nacho buscando espacios y haciendo jugar “algo” al equipo que lamentablemente no podían desequilibrar y acompañarlo. Pero, en una jugada aislada, yendo a cada ataque como el último, Comba desborda muy bien por la derecha y gana un córner. Poco importa la equivocación del defensor rival. La pelota quedó al servicio de Garro(rápido y pillo), la pasa para que Nacho la empuje y selle la victoria para el alarido de la mayoría de Rosario. ¡Pareció como que se destapó una fuga de gas a presión!
Qué casualidad que el gol vino por el gran desborde de Comba, la ejecución de Maxi, y Garro anticipando y dándole vida para darle el pase gol a la figura del partido. Buenos cambios aunque algunos fueron tarde, una mentalidad ganadora con el Negro como precursor, y un Alan Aguerre que intercedió en momentos cruciales.
Ahora Newell’s no se puede relajar en nada y debe estar preocupado y ocupado por el juego en general. Pero, hay un detalle tan influyente como la hinchada más convocante; y es que cada compañero se siente acompañado en esta batalla tan sangrienta y difícil como es el fútbol argentino. Newell’s tiene el amor propio por las nubes. ¡Tuvo jerarquía en el gol, la varita mágica de los valientes, el corazón del escudo, y la mentalidad de los grandes!
Imanol Gallego Fosco