El trabajo del plantel profesional también alcanza cuestiones relacionadas con la evaluación del estado de nutrición de cada uno de los futbolistas al momento de reincorporarse a los entrenamientos y de las semanas siguientes durante la competencia.
El objeto de estos análisis es la realización de un plan a la medida de cada uno de ellos. La mejora de su rendimiento con estrategias nutricionales personalizadas es el objetivo, donde se prioriza la recuperación urgente de energía e hidratación. En lo referido a la primera, la energía, para reponer lo que se gasta lo antes posible, el plan nutricional incluye desayuno pre entrenamiento, colación intraesfuerzo, post entrenamiento y almuerzo o cena, según el plan de concentración.
Todos los alimentos deben estar disponibles en el momento necesario, en nuestro caso en el edificio Jorge Griffa y en el vestuario, y cada futbolista debe poder decidir en cada instancia, por lo que la educación nutricional es muy relevante. En lo que refiere a la hidratación, se debe evaluar la densidad urinaria para adecuar los planes a cada uno de los jugadores, y así dosificar los líquidos en cantidad, tipo y momentos de administración.
Todas las estrategias deben enfocarse en lograr el perfil antropométrico ideal de cada individuo, en lo que respecta a masa muscular y masa adiposa, donde influyen la edad de cada uno, la genética y el estado actual, entre otros factores. Un equipo formado por nutricionistas, chefs profesionales y cocineros trabaja día a día para lograr los objetivos nutricionales, a partir de un importante esfuerzo y recursos destinados por parte del club tanto para la provisión necesaria para que los futbolistas puedan, entre otras cosas, almorzar todos los días en el predio, como para la gestión del área nutricional.
Fuente-CANOB