“Todo lo que implique que la gente de Newell’s se una atrás del escudo, más allá de si le parece bien o mal lo que hace Peratta, está perfecto. Si en diciembre me puteaban porque no le gustaron los refuerzos y ahora son mejores no importa. En definitiva hay que apoyar a los que hoy se ponen la camiseta porque son los que están. Hoy el mejor técnico y los mejores 30 jugadores del mundo son los de Newell’s y hay que apoyarlos. Se pueden equivocar, vamos a perder, no creo que ganemos todos los partidos hasta junio, Frank Kudelka va a acertar un cambio y errar otro, esto es fútbol, les pasa a todos los clubes del mundo, pero lo importante es que cuando pase lo malo no explotemos el club”. El concepto del director deportivo Sebastián Peratta resume el espíritu que hoy impera puertas adentro del mundo Newell’s, en el que la prioridad es bancar a capa y espada a un plantel que arrancó con el pie derecho en la presente Superliga, con victorias ante Central Córdoba de Santiago del Estero y Unión, y en el que la misión excluyente es recomponer el promedio. Un charla imperdible y sin filtro con Peratta, el “reorganizador” del fútbol leproso.
¿Cuál es el balance del mercado de pases, cuál fue el objetivo?
Yo estoy contento con el mercado de pases que pudimos hacer, fue muy difícil administrar porque la eliminación temprana de la Copa Superliga nos llevó a tener un receso de casi tres meses sin competir, que nos obligó a tener una pretemporada mucho más larga y fuimos el primer equipo que comenzó a trabajar en este semestre, algo más extenso de lo normal. También estábamos ante el cambio de un conductor a nivel entrenador y era muy difícil administrar la ansiedad, ya que además no se podía resolver en el corto plazo porque el torneo todavía se estaba jugando y los entrenadores estaban dirigiendo. Tuvimos la decisión de contratar a Frank Kudelka, habíamos tenido un par de reuniones y creo que manejamos muy bien el hecho de que se filtrara muy poco de todos los movimientos que hicimos. Tomamos la decisión de comenzar este nuevo proceso juntos con Kudelka y estamos muy contentos, creo que sorprendimos. Nos da la seriedad y tranquilidad que necesitamos para afrontar el momento que estamos viviendo. Hoy, ya con los resultados puestos en la mesa, y no me refiero a los deportivos, sí en cuanto al proceso del mercado de pases, estoy conforme y contento.
Hay mercados en los que llegan jugadores que no todos terminan jugando, en este último la mayoría de los que arribó está jugando y por ahora tiene buen rendimiento. Todos fueron pedidos por el DT. ¿Esto te gratifica?
Entiendo la pregunta y no puedo no compararla con lo que ocurrió en diciembre. Creo que los planteles se abren o se cierran de acuerdo a las circunstancias. A modo de aclaración creo que a lo hecho en diciembre el club necesitaba realizarlo y pasamos de tener a dos jugadores en campo propios a nueve en cancha de la institución. Porque Aguerre pasó a ser patrimonio del club, lo mismo Fontanini, además Nadalín y Callegari no jugaban y lo hicieron. Rivero y Cacciabue no eran titulares en el medio y lo fueron. La alternativa de Fontanini pasó a ser Freytes, que es del club. La opción de Cacciabue pasó a ser Aníbal Moreno, que ni había entrenado con el plantel de primera división. En la delantera el nueve estuvo entre Alexis Rodríguez y el Polaco Fydriszewski. En ese momento nos abrimos porque el club necesitaba capitalizar su plantel. Y hemos hecho un mejor porcentaje de puntos del que veníamos haciendo, pero no el suficiente para superar una situación de acarreo que nos iba a encontrar, y lo sabíamos, en un escenario comprometido para esta temporada. En el semestre pasado mejoramos, aunque no lo suficiente, pero eso no quita que el club se capitalizó con varios jugadores que no estaban jugando. Esto no es opinión, es la cruda realidad. Dicho esto, en el marco de las limitadas posibilidades económicas en ese momento el objetivo del club fue darles lugar a los propios. Entonces entiendo y acepto que los refuerzos en el mercado anterior no hayan jugado tanto como se esperaba. Pero para esta nueva temporada claramente las circunstancias nos apremian y lógicamente el club se cierra a esa posibilidad de darle la mayoría de los minutos a los chicos y se busca tener más experiencia y gente más curtida para afrontar un momento crucial como es este. Con este objetivo se trabajó en los refuerzos ahora, con otras posibilidades económicas que las de diciembre.
¿Por qué contrataron a Kudelka?
Frank es una persona reconocida en el ambiente. Nosotros en él encontramos el orden, la seriedad y la seguridad de poder afrontar esta situación complicada. Estuvimos convencidos de esto desde la primera reunión que tuvimos y después se terminó concretando. Hoy con el paso del tiempo estoy convencido de que estamos en el camino correcto. No analizo sólo los últimos resultados, que fueron triunfos. Esta será una temporada muy dura, muy larga, en la que nos vamos tener que acostumbrar a vernos en situaciones en la que no nos gusta vernos, pero tenemos que combatirla y tener la seriedad y tranquilidad para afrontarla. No volvernos locos si nos toca ganar tres partidos seguidos ni si se nos dan un par de resultados malos hacer un drama peor. Lo que marcará el éxito o no de las decisiones será el resultado final, porque estamos en fútbol y vivimos de los resultados. Hasta ahora las decisiones tomadas me dejan tranquilo.
Como jugador de Newell’s estuviste en la época en la que pelearon el promedio, primero con Sensini y después con Martino. Las dos veces salieron adelante e incluso logrando objetivos superadores ¿Esto te da cierta tranquilidad?
Tranquilidad, imposible. No vivo tranquilo hoy por hoy. Me parece que esta situación actual se ha vuelto habitual en los últimos diez años de Newell’s. Nosotros en el 2009 con Sensini vivimos una situación similar y la superamos muy bien, incluso llegamos a copas continentales. En 2012 el club vuelve a caer en la misma situación y se superó con la llegada de todos los grandes ídolos y nada menos que con el Tata Martino como comandante. Se ganó un título en 2013 y se volvió a llegar a torneos continentales. En 2016 no fue muy distinta la historia. Osella arrancó un torneo complejo, se terminó superando el objetivo con holgura y se volvió al plano internacional. Y ahora se vuelve a lo mismo. Y esto es parte de lo que ocupa la mayoría de mi energía desde que hace un año entré a trabajar al club. Entiendo la urgencia y es la que no me permite dormir y me mantiene vivo y alerta, pero más allá de esta urgencia tendríamos que ir generando las fuerzas que hagan que no volvamos a caer al mismo lugar. Ojalá que superando el 2019 no haya un 2021 en la misma situación. Para eso hay que generar cambios en la estructura futbolística, que es el corazón del club, que nos permita sostenernos de otra manera, también es cierto que el club está muy próximo a poder finalizar el fideicomiso judicial y esto sería salir de un contrapeso económico muy importante y poder invertir en el fútbol realmente como la institución necesita hacerlo. Ojalá el mundo Newell’s se vuelva a unir una vez más, porque creo que esta es una de las claves. La unión del mundo Newell’s siempre se da cuando las cosas se ponen complicadas y lo viví en carne propia. Ahora se vive esta unidad y por ejemplo está el fideicomiso de los hinchas para recaudar fondos. Acá se busca el bien del club, porque los técnicos se van a ir, los jugadores se van a ir, yo me voy a ir, vendrá otra dirigencia y los hinchas lo que tienen que defender y poner por encima de todo es el club. Ojalá que otra vez obtengamos el mismo resultado positivo que las últimas veces que estuvimos complicados en el promedio.
¿Tu rol en Newell’s tiene que ver con tratar de reorganizar el fútbol del club de manera integral para evitar estas crisis cíclicas que hacen que se pase de jugar copas internacionales a estar comprometidos con el promedio?
Es la intención. Siempre hablando de lo futbolístico. Yo dije desde el día uno que no me meto en lo político. Cumplí mi palabra. La mayor parte de mi energía está en reorganizar y ordenar el fútbol integral del club. Yo no soy mánager. Hoy esta figura esta siendo por suerte cada vez más común en el fútbol argentino y la creo terriblemente necesaria. Pero hay que diferenciar entre los mánager que administran la plata de un club y generalmente los clubes tienen muchos recursos para administrar en base a lo que se apunta. Pero no es mi caso, yo sí ayudo, colaboro y tengo mi voz y voto en las decisiones de primera división, pero fundamentalmente el club necesita una estructura para sostener a un mánager, más allá de los recursos. Y hoy Newell’s todavía no la tiene. Yo sí trato de ser quien dirige los recursos futbolísticos del club todos hacia un mismo sentido y hacia una única lógica de pensamiento. Newell’s necesita entender que el modelo de negocios del club es Bella Vista. La primera división es la consecuencia, pero el corazón del club es Bella Vista. Sin las divisiones inferiores Newell’s no funciona, no abre. Y de dónde se nutre Bella Vista también es muy importante entenderlo. Porque si no después habrá mejores o peores decisiones, pero a la larga si ya está torcida la cosa de entrada no la va a cambiar la primera división. Y Bella Vista se nutre del fútbol infantil que hoy está representado únicamente por Malvinas. A todos lo que más les importa es si la primera gana, pierde o empata el domingo y está bien que así sea, pero lo otro es parte de lo importante y fundamental para la entidad.
El juvenil Enzo Barrenechea no jugó en primera, parece que está avanzada la venta, se habla de clubes europeos, ¿cuál es la situación?
Hay una posibilidad de que Enzo salga, todavía nada concreto. La situación del país y el fútbol en general hace que los jugadores sean tentadores cada vez más jóvenes para el mercado europeo. Antes un jugador jugaba diez años en un club para ver si era vendido, después pasó a jugar dos años y ahora ya ni juega y es vendido. Es parte de un proceso lógico en el que los tiempos se van acelerando y que las grandes potencias europeas vienen a buscar a futbolistas cada vez más jóvenes. Enzo es un ejemplo y existe una posibilidad. El club mejoró mucho en lo económico, pero hasta que no termine de enderezar su economía estará obligado a vender. Hay posibilidades que se están trabajando con algunos clubes de Europa. El tema es que la marca Newell’s es muy grande. Como jugadores están Batistuta, Balbo, Sensini, Heinze, Maxi y Scaloni, ahora el DT de la selección que es de Newell’s. Boca y River jugaron la final más importante de la historia de Copa Libertadores en Madrid y los dos capitanes fueron Ponzio y Pablo Pérez. De los diez mejores técnicos del mundo de la actualidad, Newell’s tiene a cuatro: Martino, Bielsa, Pochettino y Berizzo. Y esto no es marketing, es real. Está Messi y Valdano y siguen los ejemplos. Pero no hay que quedarse en eso que es hermoso, hay que revalidarlo todos los días. La historia de Newell’s lo avala, pero hay que construirla todos los días. Con la chapa sólo no alcanza. Hay que seguir reinventándose y adecuándose a lo que es el fútbol hoy. Y este fútbol de hoy tiene cosas que no nos gustan tanto, como ser que vienen a comprar a un chico como Barrenechea que todos quisiéramos verlo cinco años jugando en Newell’s. Eso hoy no pasa. Hay que tratar de generar las circunstancias para que sí ocurra y le podamos decir a uno que viene a comprar a un jugador que no se lo vendemos.
¿Cómo te sentís en tu rol de director deportivo cuando faltan los recursos y hay urgencias como puede ser contratar jugadores?
Yo vine a Newell’s con mis armas a tratar de mejorar algunos problemas que había en lo futbolístico. Y muchas veces las circunstancias te hacen vivir situaciones que pueden ser una pavada, pero no lo son para nada. Por ejemplo en el mercado de diciembre se instaló en el mundo virtual, del que después se comprueba el cero coma uno por ciento de todo lo que se dice, que a Newell’s le iban a sacar doce puntos. Eso pasó en pleno mercado de diciembre. ¿Le sacaron doce puntos? No importa, el tema es que negocié con los refuerzos o los técnicos y tenía que explicarles que eso era mentira. Entonces no sólo no nos sacaron doce, sino que nos devolvieron dos. Se construye una realidad que es mentira. Y no digo que lo construya la prensa, con la que me enojé y me seguiré peleando un millón de veces. Esto no lo generó la prensa, pero se instaló ese escenario que le hizo mucho daño a Newell’s.
Ese punto menos que tiene Newell’s de los que ganó en la cancha, ¿te molesta, te fastidia que haya pasado?
Desconozco bien qué pasó porque yo no estaba y no quiero opinar de lo que no sé. Sí puedo decir, porque ahora sí sé, que las reglas tienen que ser justas para todos. Y si a mí me tenían que sacar mil puntos porque hice una cosa, listo, pero cuando otro haga la misma cosa que le vuelvan sacar mil puntos. Y esto no pasó. Por ende está mal. Esto hace que tengamos que estar más unidos que nunca. Los embates del exterior van a existir siempre, en la vida y en el fútbol. Cómo se sostienen mejor, cuando vos estás unido. Si no estás unido los de afuera se hacen un picnic. Por eso si hoy los hinchas se juntan para recaudar dinero en el fideicomiso me parece bárbaro.
Se mencionaba que el nuevo técnico podía ser Beccacece, después Heinze y terminó llegando Kudelka. ¿Qué pasó en realidad?
Realmente no tengo nada para decir. Con la historia del club en momentos como el que íbamos a vivir era lógico y al mismo tiempo imposible evitar que se instalaran esos nombres. Son entrenadores destacados y están vinculados a Newell’s, aunque por motivos diferentes.
¿Cuál es el objetivo a corto plazo?
Obvio que el objetivo de mínima es no descender y eso está clarísimo. Después tenemos que hacer una temporada para clasificar a copas continentales, que es estar entre los siete u ocho primeros del campeonato. Y creo que tenemos plantel y nos reforzamos para ello. Sin olvidarnos de nuestra realidad que hoy es lidiar con el promedio.
¿Estás viviendo en el hotel de Bella Vista?
Sí. En el hotel del predio. La verdad es que trabajo todo en el día en el club y mi familia se quedó en Buenos Aires por el colegio de mis hijos. Esta me la juego solo, me levanto a la mañana y ya estoy trabajando. Y voy al Coloso también. La comida la hacen las “Maris”, las cocineras que conozco desde la época de jugador. Es mi nueva vida y me gusta. Mi familia me banca. La verdad es que trabajo todo el día en el club.
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