El puesto de arquero es ingrato. Cualquier equivocación puede incidir en el resultado y todo lo bueno queda borrado de inmediato. Lucas Hoyos lo sabe y lo sufrió anoche. Tuvo una sobria actuación, hasta que en el tiempo adicional cometió un grosero error que derivó en el gol de Pablo Solari y una caída increíble de Newell’s frente a River.
Newell’s no había conseguido meterla en el arco de Armani y reflejar de esa manera en el resultado el predominio que ejerció durante todo el partido. Y las escasísimas ocasiones en las que el millonario se acercó, allí apareció el uno rojinegro, para taparle un mano a mano a Paradela y para enviar al córner un tiro de Solari. El golero estaba culminando una buena noche, hasta la última jugada del partido.
Fue una pelota perdida por Newell’s en ofensiva. Matías Suárez la puso en profundidad para Barco, con Iván Gómez buscándolo desesperado a sus espaldas porque lo había perdido. En ese instante, Hoyos corrió hacia adelante para achicar, cuando no era necesario. Lo indicado hubiese sido que se quedase en el arco.
Mal parado, fuera de acción, el arquero observó impotente cómo Barco la ubicaba hacia la derecha, por dónde apareció Solari para meterla en un arco que se encontraba vacío.
Que hubo errores en las coberturas y en el retroceso en la jugada del gol, es cierto. Pero la mayor responsabilidad le cabe a Hoyos. Falló y Newell’s perdió.
Esta equivocación no opaca lo bueno que venía realizando. Si Newell’s recién recibió un gol de local en el torneo, en su sexto partido en el Coloso, no fue obra solo del equipo sino también de Hoyos.
Fuente-ovacion08
