No fueron, no son, ni tampoco serán poca cosa. Cuando hablamos de maestros, es imposible pasar por alto sus nombres. Bielsa, Yudica, y Griffa marcaron a fuego la historia de Rosario, a través de sus éxitos, sus historias, pero mucho más trascendieron por sus enseñanzas, esas que fueron mucho más allá del verde césped.
La enorme historia de Newell’s se resume en gran parte en estos personajes, forjaron a fuerza de ideas, métodos y estilos una imagen imposible de borrar en la memoria del hincha, en la del fútbolero y en algunos casos hasta se convirtieron ídolos compartidos. En ídolos de todos. Son grandes maestros del fútbol y este 11 de septiembre es un día que también los engloba a ellos.
“Cuando era un proyecto de entrenador, hace siete años, el (Bielsa) me abrió las puertas. Ustedes que son contemporáneos deben agradecerle a Marcelo Bielsa por lo que hizo por el fútbol argentino”, la frase pertenece ni más ni menos que a Pep Guardiola, el técnico más ganador del fútbol moderno, quien confesó que antes de iniciarse en la profesión se inspiró en uno de sus referentes.
Bielsa rompió todas las barreras, trascendió a nivel mundial, impuso un estilo. Ideas que distan un poco pero que tienen como único objetivo el arco contrario, ‘el fútbol bien jugado’. Sin embargo, ninguna de las virtudes nombradas son las más destacadas dentro de sus carreras como entrenador.
Sus conceptos, sus legados se trasladaron de la cancha a la vida. Y en más de una ocasión, sus dirigidos mencionaron sus capacidades como padres, como hermanos mayores, como consejos, o simplemente, como maestros. Más allá de los títulos, pudieron dejar algo.
Jorge Griffa hizo escuela y forjó unas divisiones inferiores extraordinarias en Newell’s, ganándose un lugar privilegiado en la historia del club. Gabriel Batistuta, Jorge Valdano, Gerardo Martino, Roque Alfaro, Julio Zamora, Américo Gallego, Abel Balbo, Roberto Sensini, Mauricio Pochettino, Julio Saldaña, son en gran parte, el fruto de su trabajo. De sus enseñanzas.
El fútbol rosarino es muy representativo a nivel nacional, mucho, pero mucho, tiene que ver con la grandeza de quienes lo hicieron grande.
Si se de ser primero se trata, José ‘El Piojo’ Yudica parece tener un doctorado en la materia. Fue el primero (y el único) en llevar a la gloria a un equipo forjado únicamente por jugadores de las divisiones inferiores, el recordado Newell’s de la temporada de 1987/88. Fue primero otra dos veces más, unos 10 años antes con Quilmes y también en el 85 con Argentinos. Cuando gritó campeón con la Lepra, se convirtió en el primero de ganar tres campeonatos con tres equipos diferentes.
El Chocho Llop supo recordar ese equipo con una enseñanza de su entrenador: “José (Yudica) nos fue llevando de a poco, partido a partido, no nos daba tiempo para ponernos a pensar en otra cosa que no sea ganar”.
Los tres supieron transformar al deporte más pasional de la Argentina, lo vivieron desde la docencia. Las canchas se transformaron en sus aulas, los jugadores en sus alumnos, y sus enseñanzas quedaron escritas por siempre en los papeles más importantes de la historia del fútbol local y nacional.
Fuente-rosarionuestro